El 7 de junio de 2024, el movimiento libertario perdió a uno de sus más prominentes defensores, David Boaz, quien falleció a los 70 años en su hogar en Arlington, Virginia, tras una valiente lucha contra el cáncer. David Boaz dedicó casi medio siglo de su vida a promover el libertarismo, trabajando incansablemente para llevar esta filosofía desde los márgenes hasta el centro del debate político estadounidense.
David Boaz fue el miembro con más años de servicio en la historia del Cato Institute, donde trabajó durante 43 años y medio. Ocupó el cargo de vicepresidente ejecutivo durante décadas, hasta 2022, cuando fue nombrado distinguished senior fellow, un honor compartido solo con otros cuatro individuos, tres de ellos laureados con el Premio Nobel en economía.
Nacido en Mayfield, Kentucky, el 29 de agosto de 1953, Boaz se interesó por el libertarismo desde joven, influenciado por la economía y los textos clásicos de Ayn Rand y Henry Hazlitt. Se graduó en Historia por la Universidad de Vanderbilt en 1975 y comenzó su carrera profesional en la organización Young Americans for Freedom antes de unirse a las campañas libertarias de Ed Clark.
A lo largo de su carrera, Boaz fue un prolífico escritor y pensador. Autor de libros como «The Libertarian Mind: A Manifesto for Freedom» y «The Politics of Freedom,» también editó la obra «The Libertarian Reader: Classic and Contemporary Writings from Lao-tzu to Milton Friedman.» Sus escritos y artículos publicados en importantes periódicos como The Washington Post y The New York Times ayudaron a dar forma al pensamiento libertario y a traerlo al diálogo principal de la política estadounidense.
David Boaz no solo abogó por un gobierno limitado, impuestos bajos y libre mercado, sino también por libertades civiles robustas, la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, la despenalización de las drogas y la prostitución, y el rechazo a la censura. Su visión integral de la libertad individual fue fundamental para el Cato Institute y un faro para todos los que creen en los principios libertarios.
David Boaz dedicó sus últimos años a una lucha incansable contra el populismo autoritario que, según él, amenazaba los principios fundamentales de la libertad y el gobierno limitado. En sus escritos y discursos, Boaz criticó abiertamente las políticas y el estilo de liderazgo de Donald Trump, a quien describía como una figura que recurría a la retórica de odio racial y religioso y a la concentración de poder en el ejecutivo, características que Boaz comparaba con un «Mussolini estadounidense«. Su visión era clara: el populismo, con su desprecio por las normas liberales y su tendencia hacia el autoritarismo, representaba un peligro existencial para la democracia y la libertad individual. Durante la campaña presidencial de 2016, expresó que, para los libertarios, «si alguien te apunta con una pistola y te dice que tienes que elegir entre Clinton y Trump, la respuesta correcta es recibir la bala.»
Boaz no solo se limitó a la crítica escrita; sus apariciones públicas y su presencia en redes sociales también reflejaban su preocupación. En su último tuit, Boaz celebró el titular “Libertarians boo Trump” como una señal positiva de resistencia dentro del movimiento libertario. Boaz veía en la resistencia al populismo autoritario una lucha crucial para preservar la integridad y los principios fundamentales del movimiento libertario y la democracia estadounidense.
Su último artículo publicado, titulado “What’s Donald Trump Doing at the Libertarian Party Convention?”, subrayaba su firme oposición a la inclusión de figuras como Trump en espacios libertarios. Boaz argumentaba que permitir a Trump un espacio en el movimiento libertario era una traición a los valores fundamentales del libertarismo, y señalaba que el verdadero peligro radicaba en la normalización del autoritarismo y el populismo dentro de las corrientes políticas que alguna vez defendieron la libertad y el gobierno limitado. Así, David Boaz se convirtió en un faro de resistencia contra el populismo, defendiendo hasta el final los principios de libertad y justicia que definieron su vida y carrera.
Boaz fue un mentor y una inspiración para muchos. Conocido por su inteligencia aguda, su dedicación y su rigor intelectual, fue un editor meticuloso y un líder que exigía altos estándares de todos a su alrededor. Sin embargo, su profundo sentido humano de genuina preocupación por su entorno es un recuerdo compartido por todos aquellos que interactuaron con él.
Su legado perdura en las innumerables personas que inspiró y en las victorias que ayudó a conseguir. David Boaz será recordado como un defensor inquebrantable de la libertad, un pensador visionario y un amigo querido. Su impacto en el movimiento libertario y en la lucha por la libertad individual nunca será olvidado.
Descanse en paz, David Boaz. Su luz continuará guiando a aquellos que creen en la libertad y la dignidad humana.