Expresamos nuestra más enérgica condena al secuestro y desaparición de Rocío San Miguel, valiente defensora de los Derechos Humanos y destacada especialista en temas militares, así como de sus familiares. Las acusaciones que han sido presentadas carecen de fundamento alguno, transgrediendo los principios básicos de justicia y violando flagrantemente la dignidad humana.
Es aún más alarmante que este acto de terror se esté extendiendo a los familiares de la señora San Miguel, en un intento despreciable de minar la moral de aquellos que luchan incansablemente por una Venezuela libre y justa, siendo actos propios de un Estado terrorista encabezado por la dictadura del PSUV.
Consideramos necesario destacar que la naturaleza autoritaria y socialista del régimen actual no va a cambiar, y que cada día se evidencia una nula disposición para una transición democrática. La sociedad venezolana no tolerará el avance del terrorismo y continuará luchando por la justicia y la libertad.