La única forma para que un país deje de ser pobre es construyendo riqueza. Una respuesta obvia, no contemplada convenientemente por el incontable número de intelectuales, analistas, políticos y opinadores, “mártires” de la igualdad, que a través de la fuerza coactiva del estado pretenden “establecer las condiciones mínimas para el empleo justo”, darle una cara “más humana” al capitalismo y a las relaciones sociales de producción. Agravando así, mediante el uso de discursos románticos, un problema cuya solución tiene raíces en la teoría económica sería.
No pretendo entrar en el debate de si la economía es o no una ciencia social, entretejiendo la telaraña de quienes buscan una supuesta solución a la pobreza, con analogías ambiguas y discursos de redistribución, por medio de los cuales, buscan esconder su naturaleza totalitaria. Partir de puntos de vistas erróneos y formular de manera equivocada los problemas puede llevarnos a controversias vacías.
Es más cómodo razonar haciendo uso de analogías que usar los principios para saber, qué es lo real y qué no; debido a que es más fácil de replicar un mensaje estableciendo una relación entre términos, realizando comparaciones basadas en características comunes, y hacer ver la relación de semejanza con lo simple. Allí radica el éxito de la izquierda y su capacidad para proyectar un discurso, haciéndolo digerible a las masas. Por lo tanto, deseo enfocarme exclusivamente en lo real y aplicable; aun ante la probabilidad de ser acusado de reduccionista, adjetivo peyorativo que en los tiempos de las «fake news» se encuentra en boga de todos.
Es Mejor Incentivar
Cuando nos hablan de condiciones mínimas, uno se pregunta ¿De que tamaño son los dilemas y contradicciones de un zurdo? Sí, esa misma clase política que habla de justicia social y reivindicación, coloca la barrera de lo que es mínimo, justo y favorable para el trabajador. Promoviendo y ejecutando leyes para el salario mínimo, redefiniendo, de manera inmoral términos subjetivos como la justicia.
La solución a la pobreza es la creación de riqueza, y para crear riqueza hay que incentivar la libertad, solo así se saca a los pobres de la miseria. Esos términos no se logran fijando un salario mínimo, que no satisface ni las necesidades básicas de consumo de un trabajador. Por otro lado, el valor de mercado de una función de productividad debe ser «regulado” únicamente por la oferta y la demanda.
En un caso hipotético: El estado fija un sueldo mínimo equivalente a 3.000$, nos estrellamos con un hecho elemental, ningún empleador podrá pagarlos, porque la productividad no da para pagarlos. En el extremo supuesto de que puede pagarlos, eso tendrá un impacto en el precio final de los bienes y/o servicios desarrollados por la empresa, haciéndolo inaccesible a los más necesitados.
Es una practica recurrente acusar a los Libertarios de “Neoliberales de ultraderecha” o grupo de élites por decir la verdad y ser coherentes en materia de economía; tras la verborrea política esconden la realidad: A quien más perjudica el salario mínimo es a la mano de obra menos calificada, impidiéndole a esos trabajadores el ingreso al trabajo formal, puesto que, a mayor valor de salario, menor la demanda de trabajadores.
Lamentablemente el objetivo perverso de dichas políticas son: La fabricación masiva de desempleados, disminuir los niveles de producción, riqueza y destruir el capital privado. En ese sentido, los libertarios estamos comprometidos, cada vez de manera mas resuelta, a dar una lucha cultural y política en el campo de las ideas, para el respeto y beneficios de las libertades individuales. A su vez, en un eje transversal contrario a lo manifiesto por la propaganda estatista, socialista, anti libertades, anticapitalismo; estamos de lado del trabajador y su dignidad.
Friedman. Una Propuesta a Considerar
En el año 1962, Milton Friedman en su libro Capitalism and Freedom ofrece una solución que tiene como objetivo reducir la burocracia estatal, sin comprometer la ayuda hacia los más necesitados, garantizándoles una renta mínima a las personas que no tiene ingresos: El Impuesto Negativo a la Renta. Consiste en la creación de un impuesto uniforme que conserva los incentivos laborales, es decir, otorgarles dinero a las personas mediante el impuesto sobre la renta, haciendo innecesarias las medidas de aumento del gasto público para destinar dinero a los servicios de bienestar social y por el contrario ayudar al individuo con una parte de sus contribuciones.
Hacia Modelos Políticos Replicables
Los libertarios nos oponemos al asistencialismo estatal en todos sus frentes, por considerar el subsidio una forma de represión. Lo cual convierte a nuestras ideas en objeto de crítica del populismo. Ajustar el ejercicio del poder político a los principios de una economía de mercado y el desarrollo de una nueva dialéctica acorde a la evolución de los tiempos es una de las deudas que hoy mas que nunca tenemos con la historia, que nos pide interpretar los acontecimientos en el marco de un mundo cada vez más globalizado y complejo.
El estudio de las realidades sociales debe tener un fin económico que es, la creación de riqueza y el aumento de la productividad económica industrial y de servicios, mediante la alineación con los diferentes grupos sociales que hacen vida en una región, esto incluye: Clases sociales, Sindicatos, Movimientos raciales, LGTB, estudiantiles y demás grupos de fuerza social que, en el pleno ejercicio de sus libertades y derechos civiles contribuyen con el desarrollo y a la progresión social; sin estar vinculados con el estado, partidos políticos o grupos de poder, y cuyo principal objetivo es la defensa de la vida como ejercicio civil, la propiedad privada y la libertad.