Durante todo 2019 se prolongó el debate sobre unas negociaciones o una salida armada – intervención – con el apoyo internacional a la situación que vive Venezuela. La comunidad internacional sigue presionando al régimen y a la “oposición”, pero estos actores siguen apostando por una salida negociada y electoral.
La comunidad internacional se ha manifestado contra cualquier proceso que deje libres de justicia a la cúpula política que controla Venezuela. Aunque los líderes que representan al gobierno “legítimo” de Venezuela, siguen apostando en el 2020 en un proceso electoral.
Ante esta situación podemos observar que Juan Guaidó, quien para la comunidad internacional sigue siendo, presidente encargado de Venezuela – aun cuando este mismo haya incurrido en irregularidades que los despojan de dicha autoridad – apuesta a una gira internacional, donde es recibido como primer mandatario, con una propuesta que ha calificado como “elecciones libres y transparentes”.
Pero esta apuesta termina diluida ante una realidad, la intervención armada en Venezuela y la agresión militar del régimen socialista, es inevitable.
La crisis de refugiados:
Los números no mienten, los venezolanos que han salido del territorio ya suman aproximadamente los 4 millones de ciudadanos. Por diversas razones, entre ellas, las condiciones médicas y de hambruna, han causado un impacto en todos sus niveles en los países vecinos. Actualmente parte del presupuesto de estos países va dirigido en atender tanto en servicios, como en trámites migratorios a la población refugiada.
Ante esta situación muchos han requerido imponer visado a los venezolanas que intenten ingresar, pero los que conocemos la realidad, sabemos que el flujo de persona no disminuirá, aumentará y la presión sobre los gobiernos de la región no dejará de aumentar.
El crimen organizado:
En los últimos años se han confirmado las denuncias que se habian han estado realizando ante la instancias internacionales. La presencia de grupos paramilitares, guerrilleros y narcotraficantes en el territorio de Venezuela.
Recientemente la confirmación de la presencia de la FARC-EP y ELN han encendido las alarmas en los países vecinos. Estos ya han realizado operaciones dirigidas desde Venezuela, amenazando la paz y seguridad de la región.
El narcotráfico se ha vuelto un medio de ingreso para el régimen venezolano, actualmente se mantiene bajo este esquema. Venezuela hace puente para los carteles desde centroamérica, países europeos y la cocaína en Colombia.
El terrorismo internacional:
Venezuela sirve como centro de expansión de grupos yihadistas comandados desde Irán y el Líbano, más precisamente Hezbolá. Aunque han generado mucho debate, su presencia y el apoyo del régimen terrorista venezolano a sus aliados del oriente próximo, no tiene duda alguna.
Recientemente con los sucesos ocurridos entre Irán, Irak y EE.UU, el régimen socialista manifiesto su apoyo a la teocracia iraní. Reflejo de la grave situación que significa para nuestra región permitir, que un régimen como el venezolano, sirva como base de financiamiento al terrorismo internacional.
La brisa bolivariana:
Las consecuencias se siguen sintiendo, durante los últimos meses del 2019 y continuando en las primeras semanas del 2020, podemos observar como, Venezuela agrede a la región. Entre manifestaciones, movimientos civiles, organizaciones políticas y partidos han desatado el caos en la calles de sus enemigos.
Santiago de Chile, Bogotá, Quito, Barcelona, La Paz, entre otras, han sido víctimas de los ataques de los grupos bolivarianos, socios del chavismo venezolano. Estos sucesos no son aislados, uno de los cabecillas del régimen en Caracas afirmó, que durante los siguientes, la brisa bolivariana irá por las américas.
El mayor peligro ante esta situación es la incapacidad que tienen las fuerzas políticas. Las democracias en la región no pretenden tomar acciones ante la situación, siguen bajo una diatriba de contener el peligro.
Estas democracias que actualmente no tienen relaciones diplomáticas formales con el régimen socialista, pretenden contener la situación, llevarnos una situación cubana. Esto solo genera conflicto, una guerra simétrica entre los polos encontrados, la intervención llegará, pero a un costo mayor.
La intervención será de naturaleza defensiva, tras las próximas agresiones del régimen socialista, la región no tendrá otra opción.
La Habana:
Dentro del escenario político de América, la región aún conserva el mayor error que pudo “contener”, la isla gobernada por el Partido Comunista, Cuba. El régimen que actualmente y que durante más de seis décadas gobierna, se expande.
Venezuela no es un problema de origen local, es una conquista cubana, la muestra del poder comunista en la isla. El conflicto aunque no saldrá del territorio venezolano, trae como consecuencia un choque en todos los demás niveles con Cuba.
Cuba tiene como objetivo usar sus satélites políticos, incluso Podemos en España, para garantizar su supervivencia, por eso la región debe estar preparada para inevitable. Una guerra geopolítica sin cuartel con el régimen comunista.
El surgimiento de una alternativa:
El escenario está servido, las democracias de la región serán agredidas, al régimen comunista comenzará su expansión y la última institución legítima de Venezuela desaparecerá.
La situación está servida para que las organizaciones que conocen esta realidad sean aceptadas al mismo nivel que la “oposición oficial”. Esto ocurre al terminar cualquier rastro de institucional en Venezuela.
Los movimientos rebeldes y de resistencia que actualmente desempeñan pequeños papeles, podrán presentarse como alternativas, ante el vacío absoluto que se podrá presentar, será el momento de actuar y construir reconocimiento internacional formal.
Es momento de construir una región coordinada y organizada para generar un escenario óptimo.